“Mariana Remonda Sabores Artesanales” abrió sus puertas hace 15 años, un momento en el que el rubro de la pastelería artesanal aún no tenía un mercado fijo en Tucumán. Según explica la dueña del local -que tiene su mismo nombre- el proyecto surgió luego de percibir que en la provincia no existía “el concepto de cosas dulces elaboradas con métodos artesanales y caseros”.
Desde sus inicios, la pastelería fue un negocio familiar. “El equipo es lo más importante. Mi mamá y mis hijos son mi apoyo número uno; me aceptan como soy y me ayudan en todo lo que necesito”, asevera la emprendedora. En el local se puede encontrar una gran variedad de productos. “Yo diseño, cambio y modifico las recetas. Hacemos tortas, tartas, masas, postres individuales, especialidades como budines, pan dulce, huevos de pascua y todo lo que el cliente pida en forma especial”, enumera.
El negocio se encuentra en plena expansión. Hace poco, abrió “Foodie by Mariana Remonda”, un segundo local ubicado en Barrio Norte. La palabra utilizada -en inglés- hace referencia a un grupo de gente que busca constantemente el buen comer. “El nuevo local se basó en ese concepto. Vendemos productos de calidad en un lindo espacio”, dice la emprendedora. La parte favorita de su trabajo es la producción de mesas dulces y el decorado de tartas. “Cada pequeño detalle es importante, me gusta imaginar y diseñar junto con clientas como novias y quiceañeras”, especifica. A los nuevos emprendedores, Remonda les recomienda: “fracasar es muy duro pero es parte del éxito. Para lograrlo, tenés que amar y sentir pasión por lo que hacés”.